Proyectando, que es gerundio

Identity cannot be found or fabricated but emerges from within when one has the courage to let go.
— Doug Cooper

La pandemia frenó algunos de mis proyectos de improviso, pero también puso en marcha otros que quizá nunca habría considerado retomar, como componer y grabar música o dibujar a lápiz. Volver a viejos pasatiempos sí que es catártico y satisfactorio. De las pasiones de mi adultez que más me costó poner en pausa sin duda fue la escalada. En mayo del 2020 iba a visitar por primera vez un parque nacional en Estados Unidos con la intención de escalar rutas por encima de mi nivel. Ese añorado viaje a Red Rock Canyon se vio pospuesto hasta nuevo aviso, como también se pospusieron muchos otros planes ajenos y quizá de mayor importancia para la humanidad. 

No recuerdo dónde, pero alguna vez leí una tesis que afirmaba que uno es lo que hace. Si pintas, eres pintor. Si cantas, eres cantante. Si escalas, eres escalador. Tras meses de inactividad comencé a preguntarme: ¿qué sucede cuando no puedes hacer lo que te apasiona? ¿pierdes en automático una parte de tu identidad? ¿se difumina o se pierde tu propósito o llamado? En mi caso, durante todo el encierro dejé de verme como escaladora. Una parte de mí sentía alivio por no tener que arriesgarme nunca más a varios metros sobre el suelo, otra sentía tedio por tener que comenzar desde cero y otra ansiedad por perder la fuerza que había ganado durante años. Tras unas cuantas salidas a zonas de escalada mi identidad como escaladora sólida aún no ha regresado, pero eso no me desanima del todo. Hoy pienso que la identidad es algo que cambia y se estira con el tiempo. Encasillarse en una sola puede ser contraproducente y frustrante. 

Cerré el jodido 2020 con una ida inesperada a la Peña de Bernal. Volver a probar rutas difíciles, sentir mi pulso acelerarse al encontrarme con secciones que no puedo resolver, tomar fotografías al azar, respirar aire fresco y ver las estrellas en la noche fue muy placentero. Después de no practicar este deporte por varios meses recordé lo que significa para mí. Creo que la escalada es un deporte fundamentalmente individual pero en una medida importante también es un deporte de equipo. Sí encadenas o no a veces depende mucho de quién te acompaña a la piedra, de quién te alienta y te aconseja. Esta actividad simboliza un refugio y un espejo, lo que proyectas en la pierda es un reflejo de tu mente y de las personas que te acompañan. No podría estar más agradecida por mis amigos escaladores que me inspiran a siempre ir por más. 

Quizá de todas las revelaciones que tuve antes del fin del 2020, la más importante fue que en realidad mis proyectos nunca se fueron. El tiempo de encierro fue un tiempo valioso para reconectar conmigo misma y regresar con más claridad para hacer lo que me gusta. No sé si soy una escaladora como tal, o más bien una persona que escala y que en esa empresa encuentra el gran súper poder de hacer lo que muchos consideran imposible. 

Diego Montaño en Porcelain.

Diego Montaño en Porcelain.

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Frenesí